ÍNDICE DE PÁGINAS.

13.2.09

Laura, por los caminos polvorientos de Santander... Crónicas de viaje.



Por los caminos polvorientos de mi Santander.

MIL MANERAS DE VIVIR ESTA PASIÓN…

Esta hermosa vocación que se adhiere cada día más dentro de mí, que se aferra en mis entrañas, que me envuelve y aprisiona como Ipomea a su pared, que con gozo esparzo entre otras vidas a otros seres humanos que reciben este aroma que llevo en mí. Mil maneras de entregarme cada día entre letras y versos; palabras en cuentos; entre libros, videos, rondas, canciones y danzas. Y es que cada día recibo más y más bendiciones por el sendero eterno. Esa, la ruta de los libros, en la Biblioteca Pública adquiriendo nuevos conocimientos pero por sobre todo... compartiendo lo poco o mucho que sé con mis semejantes y en especial, con los niños.

Acá estoy de nuevo, no crean que me había ausentado por olvido o por cansancio. No, solo me estaba preparando más, es que a mi paso se abren mil maneras de vivir para esta pasión que me cobija, que me acuna con su encanto, en los brazos de la literatura, de las artes.

Entrego a mis lectores las aventuras literarias de mi caminar siendo formadora del programa MIL MANERAS DE LEER, proyecto apoyado por el Ministerio de Educación Nacional de Colombia, El Cerlalc, la Unesco, entre otras entidades.



El 23 de Octubre del año 2006, treinta personas provenientes de diferentes departamentos de Colombia nos reunimos en el Salón Golfistas del Hotel Tequendama en Bogotá, entre ellos cinco representaban a Santander: las Bibliotecarias Mireya Rincón y Ludy Rojas de Floridablanca; los creadores del periódico y revista LA ESKINA, escritores, poetas y gestores culturales; Claudio Edgar Anaya y Javier Félix y, junto a ellos, la inquieta Laura Margarita. Iniciamos ese día una semana de compartir, de recibir y de dar. Cuantas personas maravillosas conocimos, cuantas historias sorprendentes escuchamos. Pasábamos en un momento de la risa a la tristeza, aunque esta no duraba mucho tiempo, era más la alegría de disfrutar al máximo este hermoso encuentro. No dimos grandes paseos por las calles Bogotanas, apenas nos quedaba tiempo para darnos el gusto de conocer y disfrutar de los elegantes salones engalanados de flores que nos recibía cada medio día para departir un exquisito almuerzo.

Pudimos observar con asombro y admiración la bella Bogotá de medio día que se mostró despejada, soleada, orgullosa y atiborrada de tráfico, mientras yo, desde el Salón Presidencial ubicado en el piso diecisiete, le robaba miradas coquetas a la altiva torre de Colpatria que me invitaba a dejar de lado el delicioso postre, para dedicarle mis ojos solo a ella, pero la glotonería pudo más que la seducción.

Por la noche, como una gran familia, compartíamos los exquisitos platos italianos en el restaurante Piazza Roma. Mas tarde, cuando la noche se hacia nuestra cómplice por los pasillos del hotel, se sentía el correr, el llamar, el invitar, se escuchaban poemas, hasta altas horas de la noche escuchábamos anécdotas, continuaban las risas, a las damas nos llegaban rosas, signo de unión, de amistad, de aliento cuando nos sentíamos débiles, cuando señores como Javier Manrique y Raúl Sánchez, de Norte de Santander, adivinaban el temor que sentíamos de iniciar esta misión. Ellos fueron nuestros guías y consejeros; su experiencia en las dos fases anteriores los hacia fuertes ante nosotros. De ellos mucho aprendimos.

Nuestras mañanas y tardes eran de aprendizaje, de un alegre aprendizaje, con todos los inconvenientes que un novato puede enfrentar, con todas las miles de preguntas que se nos venían a la mente y que en algunas ocasiones temíamos hacer por temor a demostrar debilidad. Estoy segura de que en alguna oportunidad la "embarré", no dejaba de preguntar y preguntar, de opinar y opinar, de llenarme de valor, pasar al frente y hacer mis pequeñas exposiciones.

Corina Chand, gerente del proyecto "Mil maneras de leer", es una mujer de ligero caminar, sencilla en su vestir, siempre sonriente, alegre, a quien no se le escapaba el más mínimo detalle de la capacitación que se realizaba. Ella es nuestra jefe, la capitana de este grupo de soñadores diseminados a lo largo y ancho de los salones del hotel Tequendama, quiénes hoy, orgullosos, estamos difundiendo su mensaje por todos los recovecos de la amada Patria.

Junto a ella, con su sonrisa y su mano extendida hacia nosotros, Luz Dary Másmela, quien es nuestra consejera y guía, nuestra amiga y apoyo en esta semana de preparación y en estos meses de trabajo. Estas dos mujeres son líderes de un proyecto espectacular, cuyo objetivo principal es unir la biblioteca pública y las instituciones educativas, para lograr que el docente encuentre en las bibliotecas un apoyo y en el Bibliotecario un amigo, su cómplice.

A través de un proyecto institucional, involucrado dentro del plan de mejoramiento de la Institución Educativa, se busca realizar un trabajo de promoción de lectura y comprensión lectora, que no sea exclusivo en el área de literatura o español, sino que abarque y una todas las áreas que constituyen el plan de trabajo para la formación.

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